

LA HISTORIA DE MASTERMUSIC
La historia de MasterMusic comienza un 19 de mayo de mil novecientos noventa y seis. En sus inicios, la escuela se acogió a un programa de apoyo impulsado por COFIDE, la Corporación Financiera de Desarrollo del Perú, que ofrecía beneficios a nuevos negocios en formación. Gracias a ese impulso inicial, se realizaron los trámites formales ante la SUNAT, los Registros Públicos, y se firmó el Acta de Constitución de lo que más tarde se consolidaría como la primera escuela de música contemporánea del país especializada en guitarra eléctrica.

El primer espacio fue una pequeña aula ubicada en el segundo piso de lo que hoy es la sede oficial de MasterMusic. En aquel entonces no existía ni coordinadora ni equipo docente. Todo comenzó con un solo profesor y una propuesta clara: enseñar metal y rock en un entorno educativo serio y estructurado, algo que no era común en el Perú de los años noventa, donde la mayoría de clases de guitarra eran particulares y de corte clásico o tradicional. La escuela empezó a crecer gracias a pequeños anuncios publicados en la sección de económicos del periódico El Comercio, con un límite de veinte palabras. Pero lo que realmente hizo despegar el proyecto fue el boca a boca entre los jóvenes músicos que, por primera vez, encontraban un espacio donde el metal y el rock eran tomados con profesionalismo. Debido al éxito de las clases de guitarra eléctrica y al creciente número de alumnos, MasterMusic se vio en la necesidad de expandir su equipo docente. El primer paso fue incorporar un profesor de bajo eléctrico, lo que permitía empezar a formar pequeñas secciones rítmicas entre los estudiantes. Luego vino uno de los grandes retos: implementar un aula de batería. En ese momento, la escuela ya funcionaba en una zona residencial, lo que generaba preocupación por el ruido que producirían las clases. La solución fue ingeniosa pero muy artesanal: se acondicionó el aula con espumas en las paredes para atenuar el sonido, aunque las vibraciones seguían siendo parte del día a día. Aun así, ese momento quedó como una anécdota entrañable de los primeros años de lucha y creatividad. Con el tiempo, también se integraron profesores de canto y teclado, completando así la formación instrumental básica de una banda de rock. MasterMusic comenzaba a consolidarse como un espacio integral para los amantes de la música contemporánea en el Perú.
Gracias a la creciente cantidad de alumnos —muchos de ellos muy comprometidos y constantes— surgió de forma natural la necesidad de brindarles un espacio para mostrar sus avances. Así nacieron los primeros conciertos de alumnos, con presentaciones en vivo de metal y rock, un formato que prácticamente no existía en las escuelas de música del Perú de aquel entonces.
A estos eventos se les llamó “Jammin de alumnos”, pero con una curiosidad que terminó volviéndose parte de la esencia de la escuela. La palabra jamming se escribía sin la letra G final, por una omisión involuntaria. Aunque los fundadores manejaban el idioma inglés, el error nunca fue corregido, y con el tiempo se convirtió en una especie de sello propio. Así, hasta el día de hoy, en el año dos mil veinticinco, los conciertos estudiantiles de MasterMusic siguen llevando con orgullo ese nombre. Lo más memorable de aquellos primeros jammings era su sencillez: se realizaban en el patio con jardín de la misma sede, sin toldos, sin escenario, sin equipos profesionales. Se colocaban algunos amplificadores, una luz blanca improvisada y muchas ganas. En esa época, la zona aún no tenía tantos edificios ni casas aledañas, y detrás del local había apenas un terreno baldío, lo que le daba un aire libre y casi campestre al ambiente. Aquellos eventos, aunque rústicos, fueron fundamentales para consolidar el espíritu de comunidad y pasión por la música que siempre ha caracterizado a MasterMusic. Con el tiempo, MasterMusic entró en una etapa de crecimiento institucional. Las aulas comenzaron a ser remodeladas, y los instrumentos y equipos también evolucionaron. Se reemplazaron las primeras baterías por sets más completos y profesionales, se adquirieron guitarras de mayor calidad, y se fueron mejorando los recursos tecnológicos disponibles. Lo que al inicio era una sola computadora, hoy son varias estaciones de trabajo para alumnos y profesores.


El equipo docente también creció considerablemente. Ya no había un solo profesor por instrumento, sino 13 docentes especializados en cada área, lo que permitió ofrecer una enseñanza más personalizada y con mayor profundidad. Para adaptarse a este crecimiento, se realizaron importantes modificaciones en la infraestructura. Por ejemplo, una sala grande fue dividida en dos para poder crear más aulas. El patio donde se realizaban los primeros jammings fue cementado y se construyó una nueva aula allí, ampliando así los espacios de formación. Paralelamente, MasterMusic comenzó a firmar convenios internacionales y a desarrollar un programa propio para quienes deseaban tocar de forma profesional: la Carrera de Músico Contemporáneo. Aunque no era una carrera universitaria formal, su enfoque profesional ofrecía un nivel formativo completo, orientado a músicos que buscaban hacer de la música su camino de vida. Hoy, tras veintinueve años de historia, MasterMusic se ha consolidado como la escuela de música contemporánea más longeva del Perú, y su legado se refleja no solo en sus aulas, sino también en sus egresados, muchos de los cuales trabajan a nivel internacional, han ganado premios y forman parte activa de la escena musical profesional. Actualmente, MasterMusic se encuentra en plena etapa de consolidación digital y expansión. A puertas de cumplir treinta años de historia, la escuela ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos, sin perder su esencia. Hoy, algunos de sus docentes más experimentados —como el profesor Kike Yompián, uno de los fundadores— dictan clases personalizadas a nivel internacional, llevando la formación contemporánea peruana a estudiantes de distintos países, gracias a las plataformas digitales
Además de mantener su compromiso con la enseñanza musical en formato presencial, la escuela ha comenzado a implementar recursos digitales, asesorías online y programas formativos híbridos. Todo esto con el fin de responder a las nuevas necesidades del músico moderno. Próximamente, MasterMusic abrirá una nueva sucursal, ampliando su cobertura geográfica y reafirmando su compromiso con la formación musical de calidad. Esta nueva etapa no solo se refleja en la infraestructura o los canales digitales, sino también en la visión renovada que busca integrar tecnología, formación artística y acompañamiento humano, todo bajo el mismo espíritu que dio origen a la escuela en 1996. Hoy, al celebrar veintinueve años de historia, MasterMusic no solo es una escuela, sino un símbolo de perseverancia, pasión y visión musical en el Perú. Lo que comenzó con un aula sencilla, un solo profesor y un sueño, hoy se ha transformado en una comunidad vibrante de músicos, educadores y artistas que siguen creyendo en la fuerza transformadora de la música. Con generaciones de egresados que hoy brillan en escenarios nacionales e internacionales, MasterMusic se prepara para su trigésimo aniversario con más fuerza que nunca, manteniendo viva su misión: formar músicos con identidad, técnica y sensibilidad artística, para que cada uno encuentre su propia voz en el mundo sonoro.





